jueves, 22 de febrero de 2007

La guerra de los sexos...

Hoy de casualidad he topado con una frase que me ha hecho gracia acerca de las mujeres:

"Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas."

Como muchos de vosotros ya sabréis, la frase pertenece a un famoso dramaturgo irlandés llamado Oscar Wilde, pues bien, si como yo no teníais ni pajolera idea de quien era la frase e ibais a usarla en vuestras próximas conversaciones, ya podéis hacer una referencia al autor para quedar aun mas interesantes. El caso es que como me suele ocurrir al leer algo gracioso, profundo o en definitiva interesante, he decidido investigar un poco mas sobre este personaje hasta que he llegado a la conclusión que le quiero como colega para tomar cafés. Este tipo es genial, se dice de el que era un gran conversador y que su sentido del humor era puntilloso e ingenioso con lo que me llevaría a las mil maravillas con el... el problema es que le encarcelaron por homosexualidad... es curioso que muchas de las frases que más me han impactado sobre las mujeres las diga un personaje cuya razón para permanecer en el talego sea la sodomía.

Bueno no quiero liarme con esto no vayáis a pensar que leo a escondidas, pero me es inevitable referirme a otra frase de la fructífera cosecha de mi nuevo amigo Wilde : "Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche" Que razón tiene, que verdad se puede destilar de sus palabras porque quien alguna vez no ha hecho la traicionera pregunta a una mujer de "¿Qué te pasa?", con la típica-tópica respuesta monosilábica de "Nada" o su variante más extensa "¿A mí? Nada". A quien huevos va a ser, pues claro que a ti y en el hipotético caso que no te ocurra nada, porque de repente estás mirando con tanta atención el escaparate de una tienda de aeromodelismo. Acaso has creído que tiene alguna relación esa tienda con lo que oíste en salsa rosa ayer de "las modelos de pasarela con aires de grandeza", o va a ser que realmente no te interesa tanto los motores en miniatura de gasolina y más el hecho de que le mirara el trasero a esa rubia que acaba de pasar.

Sea como fuere las mujeres son inescrutables, no puedes generalizar con todas aunque si es verdad que siguen patrones de comportamiento parecido pero en situaciones totalmente aleatorias por lo que es difícil determinar cuando les pasa algo o cuando quieren que les pase algo, el fin es que en un caso o en otro tú no eres capaz de verlo y desde luego no lo entenderías lo que nos lleva a la siguiente pregunta, si un problema no tiene solución no es un problema, de modo que si no puedo entender un problema no merece la pena perder el tiempo pensando en el y más si el problema no es mio. Pero así somos los hombres, hablamos mucho y luego hacemos poco, ante todo esto decimos "pues tu veras lo que haces a mi me la suda" y luego cuando cae la noche y pica la entreplanta nos deshacemos en cariños y preocupaciones, nos convertimos en una mezcla de Cristina Tarrega (sin pechos porque nos los tocaríamos) y Jesús Quintero, amables y comprensivos. Pero desengañaos, no sirve para nada. Quizás entenderlas sea un ejercicio simple de autentico interés, lo que para muchos hombres heterosexuales nos resulta un problema ya que ponernos en el papel de una mujer nos sobrepasa, o quizás sea que nuestras conexiones neuronales nos impiden tener razonamientos similares ya que los desajustes hormonales proveen de inestabilidad a todo planteamiento a priori sencillo, pero lo que esta claro es que, como dijo el sabio Nacho Cano, no podemos vivir con ellas, pero sin ellas tampoco...



De hecho creo que los hombres al final no tenemos la constancia y sensibilidad como para mantener una conversacion seria...

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